Tener un guardarropa bien construido no es solo cuestión de estilo; es una herramienta para poderosa para facilitarnos la vida al elegir que ponernos cada día. Los básicos son el fundamento un guardarropa, ya que permiten crear múltiples combinaciones, adaptarse a distintas ocasiones y mantener una apariencia pulida sin esfuerzo. Sin embargo, más allá de adquirir las piezas de un listado general, es importante que los básicos respeten el estilo personal y el estilo de vida de cada individuo. Esto asegura que cada prenda sea funcional y refleje la personalidad del portador, haciendo del fondo de armario una extensión auténtica de su estilo.

Un guardarropa bien equilibrado debería tener aproximadamente un 35% de prendas básicas. Estas piezas, generalmente en colores neutros y de estilo atemporal, son la clave para lograr combinaciones versátiles y una apariencia moderna sin ser víctima de las tendencias pasajeras. La neutralidad de los colores facilita su combinación con prendas más llamativas o de temporada, mientras que los cortes «clásicos» o  atemporales garantizan que sigan siendo actuales durante años.

Aquí tienes una selección de prendas esenciales que pueden forman la base de tu guardarropa por ser funcionales y adaptables:

• Playeras de algodón: Cuello redondo o en V, de manga corta para el verano y manga larga para el invierno. Son prácticas y cómodas, ideales para un estilo casual.
• Polos en tonos neutros: Son una excelente opción entre lo casual y lo formal, con la ventaja de ser muy versátiles, colores como negro, blanco, gris, azul marino, vino tinto, celestes son buenas opciones para comenzar. También algunos estilos con estampados más sutiles. 
• Camisas de vestir en colores neutros: Blancas, azul claro o celestes, gris perlas, negra y gris oscuro; perfectas para ocasiones formales y también adaptables a looks casuales.
• Camisas casuales: Estas pueden tener estampados atemporales, como rayas o cuadros, para darle un toque interesante a los conjuntos.
• Jerseys de buena calidad: En tonalidades neutras, aunque algunos con diseños sutiles pueden añadir personalidad sin perder su carácter clásico.
• Cardigans de colores neutros: Perfectos para añadir una capa de estilo y comodidad en temporadas frías.
• Chaqueta casual: Ideal para un look relajado pero arreglado, adaptable a diferentes ocasiones.
• Blazer o americana: En tonos oscuros como azul marino o grises y de corte clásico, que aporta elegancia sin ser excesivamente formal.
• Abrigos en tonos neutros y cortes atemporales: En beige, camel, negro, azul marino o gris, una prenda imprescindible para el invierno.
• Trench coat: Funcional y elegante, ideal para climas lluviosos o como prenda de entretiempo.
• Chaqueta de cuero: Para un look más audaz y casual, es un básico que añade carácter a cualquier conjunto.
• Jeans de colores neutros: En azul marino, blanco o negro, una prenda infaltable en cualquier armario masculino.
• Pantalones de gabardina: Cómodos y versátiles, en tonos como beige, azul marino o gris.
• Pantalones de tela: Para looks más formales o laborales, son una opción elegante y cómoda.
• Traje sastre: En color azul marino y/o gris medio, versátil y adaptable a distintas ocasiones formales.

Aunque los básicos suelen estar asociados a tonos neutros, es importante recordar que cada persona tiene un estilo y una paleta de colores que le favorece. Incorporar piezas en tonos que se alineen con la personalidad, como una polo en celeste, rojo o verde, puede dar un toque único sin perder la funcionalidad del guardarropa. No todos los básicos deben ser obligatoriamente de colores neutros, y las prendas pueden adaptarse al gusto y necesidades específicas de cada persona.